viernes, 30 de agosto de 2019

BIENVENIDA E INVITACION.-

Mientras las imágenes visuales nos mueven en un espacio de figuras ya hechas, me atrevo a invitar a leer. A tomar un libro, un escrito que me permita ( o nos permita ) lanzarnos a un mundo de acontecimientos que nos aleje del torbellino que actualmente nos rodea. Nos sumergeremos en historias reales o ficticias, en poesía cuya belleza nos hará palpitar con fuerza el corazón, conoceremos de más cerca la riqueza de las palabras hilvanadas con precisión y talento de tantos escritores ya conocidos y disfrutados, a pesar de que actualmente la gente ya no lee.
Pero nosotros, sí lo haremos. Para ello intentaré entregarles un breve análisis literario y aventuraré una crítica del texto elegido.
Así que la bienvenida a mi blog: CARMINALETRAS, ya está realizada.
Es una bienvenida y una invitación a interactuar cuando un libro nos apasione (o no tanto), tomando siempre en cuenta que la lectura abre los horizontes de nuestra mente, nos acompaña y generosamente nos es dada por escritores y escritoras, poetas, etc. de todos los tiempos.

No me presenté....soy Memé.-

jueves, 22 de agosto de 2019

miércoles, 21 de agosto de 2019

ALEGORÍA DEL PASO POR LA VIDA.

"PARTIMOS CUANDO NACEMOS,
ANDAMOS MIENTRAS VIVIMOS,
LLEGAMOS AL TIEMPO QUE FENECEMOS, 
ASÍ QUE CUANDO MORIMOS, DESCANSAMOS."

JORGE MANRIQUE.-

lunes, 5 de agosto de 2019

OTRO CUENTO DE MARTA BRUNET.

ESTAMPAS.
El comedor como la casa toda tiene aspecto monástico. Blancas de cal las paredes, de anchas tablas encuadra el piso, macizo de vigas el techo, chatas las puertas, saledizas las ventanas, la pieza se amuebla sobriamente con un aparador, una mesa, un sofá y unos sillones de raíz de caoba, grandes fuertes, pomposos. 
Dos ventanas cuadriculan su enrejado sobre la hondura verde del parque. Dos puertas abren al corredor. Una puertecita lateral comunica con la sala.
Tía Concha se regodea con la simetría. En el centro de la tapa de mármol del aparador hay un frutero con manzanas en pirámide, a cada lado perros de loza amarilla se miran de hito en hito.Encima, en los vasares, todo está en regla aparejado, teniendo siempre un motivo central: un reloj de campana, una taza con otra taza, un vaso con otro vaso, un mate de plata, un aguamanil con otro aguamanil, una huevera con otra huevera... Y como hay cinco tablas, de mayor a menor, formando triángulo, a la pirámide de manzanas corresponde la del propio aparador.
En la mesa larga y angosta el hule pone su gaya policromía. Al centro un pote verde desborda rosas rojas, después hay dos fruteros idénticamente provistos de duraznos, luego dos cántaros de greda de Quinchamalí, dos dulceras, dos platos con golosinas de repostero. 
En una de las cabeceras está sentada tía Concha, a la derecha estoy yo, a la izquierda tía Anita. Cada cubierto es una maravilla de simetría. A veces, distraídamente, que bien conozco las manías de las viejecitas solteronas y hago por amoldarme a ellas, desplazo cualquier cosa y enseguida, y a una ojeada de tía Concha, avanza la sirvienta a colocarla en su justo sitio. 
Tomamos once. Hay frescor, silencio, paz de cripta. Afuera se adivina calor.Aún no cantan los pájaros su alegría del atardecer.
Lentamente voy untando con miel de abeja la larga rebanada de tortilla hecha al recoldo, huelo a miel de trébol y la miga compacta sabe a trigo. Y el pan con miel me sirve para acompañar la leche cuajada que como golosamente, con una complacencia que hace sonreir a tía Anita e hincharse oronda a tía Concha.
Tía Anita y tía Concha bien pudieran ser las bíblicas hermanas de Betania. Tía Anita es la silente reconcentrada en el espíritu, tía Concha la activa ama de casa siempre avizor. Bordeando ambas la sesentena parece que diez años las separa. Y son mellizas.
Tía Anita es chiquitina, endeble, de caminar agobiado. Tiene pequeña la cabeza y en el pelo blanco una peineta antigua le afianza el moño. El cutis es pergamino surcado por innumerables arrugas, la frente de sien estrecha. Los ojos claros desteñidos de lágrimas, la nariz recta, la boca sumida sabedora de dolor, la barbilla aguzada  por lo cóncavo de las mejillas.. Habla parca, serenamente, con tal ausencia de acción. La voz es queda. Viste de negro y un escudo de la hermandad tercera de la Merced pone rojo y oro sobre su corazón. ¡Pobre tía Anita! Rojo y oro...Lo que es ella: rojo de amor, oro de bondad. ¡Pobre! Tiene tal aspecto feble, tal dulzor, tal vejez, tal mansedumbre, que todos la rodean de ternura. Dan deseos de tomarla en brazos y dulcemente dormidita entregarla a la muerte que la ronda, entregarla como se entrega un niño dormido a su creador, que esta alma rojo y oro ha hecho de su vida una línea recta que irá a clavarse en Dios.
Tía Concha es baja y gorda, figura dibujada con tres esferas or mano infantil. La esfera de la cabeza tiene dos cuentas de azabache por ojos, una nariz respingona y una gran boca que ilumina la dentadura espléndida. El cutis es terso y rubicundo, el pelo negro apenas encanecido en las sienes. Las otras dos esferas visten hábito Carmelitano. Un delantal a cuadros café y blanco la protege ampliamente de manchas. Gruesa y laborada, una cadena de oro le serpentea por el busto, escondiendo el reloj en el pecho. Los cortos brazos esgrimen siempre un plumero, una escoba, una gamuza, un sacudidor, algo, cualquier cosa que sirva para limpiar. Al amanecer está en movimiento, pelota que rueda sin cansarse. En la noche, esperando la hora de reposo, teje para los pobres, moviendo los palillos con frenesí de prisa. Al hablar lastima con lo engolado de la voz y los ojillos vivaces escudriñan, detallan, se meten por los ojos del interlocutor hasta verle el alma.
Acabo de comer. Tía Concha ordena:
Tú y la niña iréis a misa de ocho, que mañana es domingo y es obligación oirla. Yo iré a la de seis.
¡A las ocho!... A las ocho ...murmuro consternada, ya que tengo las mañanas dormilonas.
¿Y no hay otra más tarde?
¿Más tarde? pregunta severa tía Concha. ¿Así que hallas temprano las ocho? 
Es que veras...
Irás a misa de ocho, interrumpe firme, metiéndome la mirada en los ojos.
Bueno, digo resignada, iré a misa de ocho con tía Anita.
Tía Anita me mira y sonríe. Al sonreir la vejez se le hace más vejez, la mansedumbre más mansedumbre, el dulzor más dulzor y en proporción la terneza de quien la contempla crece. Dan deseos de besarla, de darle las gracias por saber sonreir, estando tan viejecita, tan triste, tan enferma.
Tía Concha, digo, quisiera ir al correo a ver si hay cartas.
El cartero ya pasó y no trajo nada para tí.
Tía Concha, insisto, si no me deja ir al correo esta noche no podré dormir de impaciencia.
Pero, ¿a qué vas?
A ver si hay cartas o carta, que con una me conformo...
Pero...
Bien puede ser que el cartero no sepa quien soy...que la carta está traspapelada...que la haya olvidado.
Bien puede ser...asiente tía Anita.
Bien puede ser...remeda tía Concha y luego, riendo maliciosa, agrega: Anda, ve, no es cosa que te pases la noche en blanco.
Y como brinqué fuera de mi asiento, pronta a escapar, me sujeta por un brazo.
Hay que rezar, dice.
Ambas están de pié. A una mirada de tía Concha murmura tía Anita:
Gracias te damos, Señor, por el alimento que nos habéis concedido.
Amén, contestamos.

 MARTA BRUNET. Premio Nacional de Literatura.












  














MARTA BRUNET.
 Premio Nacional de Literatura.







ANÁLISIS LÍRICO.-

Estamos frente a un cuento breve que gira en torno a un evento: la visita de la sobrina.
Es una narrativa realista, todo está dentro de parámetros normales.
El narrador o narradora, en este caso, es un personaje homodiegético. Puede ser protagonista y/o testigo.
Su conocimiento es relativo en un estilo directo en el que los personajes hablan. La utilización de los diálogos precisos, permiten integrar al lector en esa estampa rural acomodada. Los verbos utilizados son órdenes que no se pueden desobedecer y se aproximan a la realidad que la autora quiere trasmitir. Y lo logra.
Comentario aparte son las descripciones exquisitas del espacio físico que transporta a una casa colonial con lujo de detalles cuya presencia transparenta la personalidad de la dueña de casa. Su hermana, la hermana más débil, dulce y silenciosa también es exquisitamente descrita por la autora, de modo que convoca ternura y bondad.
En relación con el espacio psicológico, nuevamente, tenemos un personaje matriarcal, una "dama patricia" que dirige y piensa por los demás en una suerte de dominio establecido sin oponentes.
Dentro del espacio cabe lo religioso de esa época en un predominio de lo ritual por sobre lo espiritualmente humano, propio del contexto, sociedad y tiempo. Se podría decir que la atmósfera es sofocante, pero que los personajes ya habituados, no la perciben.
El tiempo es cronológico ad ovo.
 



FIGURAS RETÓRICAS.-

Marta Brunet hace uso de un lenguaje sencillo, pleno de costumbrismos chilenos, como también de figuras retóricas que enriquecen el relato.

METÁFORAS: 

Hay frescor, silencio, paz de cripta.

Aún no cantan los pájaros su alegría del atardecer.

Tía Anita y tía Concha bien pudieran ser las bíblicas hermanas de Betania.

la silente reconcentrada en el espíritu.

El cutis es pergamino surcado por innumerables arrugas.

ojos claros desteñidos de lágrimas.

pelota que rueda sin cansarse.

Y por supuesto...otras más...

HIPÉRBATON:

Aún no cantan los pájaros su alegría del atardecer.  

HIPÉRBOLE:

Tía Concha se regodea en la simetría. 

¡Pobre tía Anita al Rojo y oro....

Dan deseos de tomarla en brazos y dulcemente dormidita entregarla a la muerte que la ronda...

Tía Concha es baja y gorda, figura dibujada con tres esferas por mano infantil...

  ¿ Así que hallas temprano las ocho?

detallan, se meten por los ojos del interlocutor hasta verle el alma. 

SINÉCDOQUE:

pelota que rueda sin cansarse. 

METONIMIA:


la vejez se le hace más vejez, la mansedumbre más mansedumbre, el dulzor más dulzor...


ANÁLISIS DE CONTENIDO.

Este cuento de Marta Brunet nos sumerge en una escena (estampa) rural de tiempos pasados, quizás a fines del siglo XIX o comienzos del XX. Como se percibe el contexto es altamente religioso desde el punto de vista tradicional e impuesto por la costumbre. Todo gira alrededor de las costumbres muy rígidas de dos hermanas ancianas, donde la aparentemente mayor es la matriarca. Nuevamente,la autora presenta personajes femeninos fuertes que imponen normas al resto de la familia y que ésta obedece. Ambas hermanas son opuestas, una frágil, dulce, tierna y sumisa. La otra, que dirige todo tan solo con la mirada, incluyendo la fe y religiosidad ritual presente en todo el cuento. La visita de la sobrina no rompe esa rutina. Ella como personaje, testigo y narradora se adapta a las órdenes y costumbres de la casa de sus tías entregándonos su pensamiento en hermosas descripciones de sus ancianas y opuestas tías, como del entorno concreto del salón y comedor de la casona. El ambiente es de limitación en cuanto a decisiones libres. Todo es impuesto por la tía "mayor" y obedecido silenciosamente por su hermana, sobrina y sirvientes.
Marta Brunet nos entrega una estampa rígida de esa época con personajes fuertes y muy débiles y nuevamente con la ausencia de hombres. Utiliza un lenguaje exquisitamente descriptivo con abundancia de figuras retóricas que nos permiten introducirnos en el cuento y vivirlo junto a sus protagonistas. 






 
  



domingo, 4 de agosto de 2019

CANCIÓN VIDALITA.

LO ENCONTRÉ EN YOUTUBE. NO SALÍAN SUS NOMBRES, pero es interesante la musicalización del poema en un estilo folklórico urbano chileno.
La grabación es bastante informal,por lo que no se aprecia su buen intento.
Quizás más elaborada la grabación se disfrutaría más la voz de la cantante y los instrumentos.


CANCIÓN VIDALITA

TÍTULOS DE CADA CAPÍTULO...

Cada capítulo de la novela Palomita blanca de Enrique Lafourcade dice un versito. Si se juntan todos ( como algunos ya lo han hecho e incluso los han musicalizados) aparece un hermoso poema, breve resumen de los procesos que va pasando María durante su despertar al amor y desamor, junto a Juan Carlos.

Aquí está:


Palomita Blanca, Vidalita
de pico rosado
Antes te cantaba, Vidalita
como enamorada
Palomita linda, Vidalita
palomita triste
Que poco te queda, Vidalita
de lo que antes fuiste
Palomita flaca, Vidalita
de piquito hambriento
Todas las plumitas, Vidalita
te las llevó el viento
Es un viento malo, Vidalita
un viento frío
Te dejo sin plumas, Vidalita
y el buche vacío.
Palomita sonsa, Vidalita
de piquito bobo
Cuida de tu nido, Vidalita
que anda suelto el lobo
Pobre palomita, Vidalita
de vuelo perdido,
Si no le haces frente, Vidalita
te deshace el nido.
Palomita linda, Vidalita
palomita fea
Apronta el piquito, Vidalita
para la pelea.
Palomita enferma, Vidalita
de alita quebrada
Si no sacas fuerza, Vidalita
te quedas sin nada.
Palomita negra, Videlita
de piquito rojo
Crece palomita, Vidalita
sácale los ojos
Crece tus alitas, Vidalita
crece el corazón
Crece palomita, Vidalita
y vuélvete halcón.




PALOMITA BLANCA DE ENRIQUE LAFOURCADE.



( la novela )







Hay otros factores literarios que también cuentan. “Aunque [la película] es lo que convirtió a Palomita Blanca en un fenómeno extraliterario, es una novela muy entretenida. Lo que pasa es que hoy día es un poco absurda”, analiza el escritor y crítico literario, Camilo Marks . Por su lado, Espinosa agrega. “Me parece una novela interesante, incluso para reflexionar sobre el feminismo de hoy en base al personaje de ella, la María. Me gusta la novela”.

En todo caso, debemos enfatizar que la novela apareció en 1971 y fue un éxito de venta, siendo su lectura fácil y accesible a todo tipo de público. Fue una generación que disfrutó con esta obra que mostraba el contexto en el cual se desenvolvían los jóvenes de todas las clases sociales de la época.

Con la película de Raúl Ruiz es diferente. El director la filma intrigado por el éxito de la novela, pero no porque la haya leído, si no porque recopiló comentarios y opiniones acerca de ella de sus miles de lectores. Entonces, creó algo nuevo, distinto, cuyo objetivo no es mostrar un conflicto central ( el amor de los jóvenes), sino  que le da importancia a lo colectivo. Es un registro de la época y un testimonio de lo que pasaba en el país, mientras llegaba al poder la Unidad Popular. Los diálogos no son lo central, sino la multiplicidad de puntos de vista, valiosa técnica de Ruiz.
Otro factor destacable es que esta película, que fue filmada para la generación de 1973, debido al golpe militar permanecio oculta hasta 1992. De modo que, ya en democracia, pudo ser exhibida en los cines a una generación completamente diferente a la que originalmente iba destinada.










sábado, 3 de agosto de 2019

PALOMITA BLANCA







Aquí les dejo el link de la película de Raúl Ruiz:

https://www.youtube.com/watch?v=LRKgRecLB5E




A PROPÓSITO DE LA PARTIDA DE ENRIQUE LAFOURCADE.-

Hace pocos días atrás nos ha dejado don Enrique, escritor chileno polémico, difícil, exigente,pero que tuvo, entre otras novelas, una que marcó una época histórica que aún divide a los chilenos. Se trata de Palomita blanca que fue un éxito de venta y de lectura. Ha sobrepasado las 40 ediciones, más de un  millón de ejemplares.
Esta Palomita blanca tiene el mérito de mostrar la memoria histórica, muchos chilenismos, dichos populares como también un fuerte carácter popular.
Muestra la diferencia abismal entre las clases sociales,en este caso, clase pudiente y extrema pobreza.
También el contexto donde se desarrolla la acción es el preámbulo a las elecciones presidenciales donde los candidatos son:Radomiro Tomic, Jorge Alessandri y Salvador Allende. "Posee un fuerte realismo, pero es ficción" (Silvia Donoso).
Hubo retractores que la consideraron "una novela rosa", pero fue leída y aceptada por muchos a tal punto que fue parte obligatoria de la malla curricular de la asignatura de castellano.





Francisco Véjar dice: " La novela Palomita blanca es, hasta la fecha, un documento histórico y emocionante, imprescindible de aquella época"...

Mucho se ha hablado de esta novela de don Enrique, sin embargo, sus otras obras también fueron muy destacables y numerosas merecedoras de premios que espondré más adelante.

Obras

  • El libro de Kareen, novela, Universitaria, Santiago, 1950
  • Pena de muerte, Universitaria, Santiago, 1952
  • Antología del nuevo cuento chileno, Zig-Zag, Santiago, 1954; descargable legalmente desde el portal Memoria Chilena
  • Asedio, Santiago: s.n., c.1956; 2 nouvelles:
    • Asedio y La muerte del poeta
  • Para subir al cielo, novela, Zig-Zag, Santiago, 1958
  • La fiesta del rey Acab, novela, Del Pacífico, Santiago, 1959 (Funglode Ediciones, Santo Domingo, 2013, con prólogo de Pablo Maríñez, embajador de la República Dominicana en Chile)
  • Cuentos de la generación del 50, Editorial del Nuevo Extremo, Santiago, 1959; descargable legalmente desde el portal Memoria Chilena
  • El príncipe y las ovejas, novela, Zig-Zag, Santiago, 1961
  • Invención a dos voces, novela, Zig-Zag, Santiago, 1963
  • Fábulas de Lafourcade, cuentos, Zig-Zag, Santiago, 1963
  • Novela de Navidad, Zig-Zag, Santiago, 1965
  • Pronombres personales, Zig-Zag, Santiago, 1967
  • Frecuencia modulada, novela, Joaquín Mortiz, México, 1968
  • Palomita blanca, novela, Zig-Zag, Santiago, 1971
  • En el fondo, Planeta, Barcelona, 1973
  • Inventario I, crónicas dominicales publicadas en El Mercurio; Nascimento, Santiago, 1975
  • Tres terroristas, novela, Editorial Pomaire, Barcelona, 1976
  • Buddha y los chocolates envenenados, Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1977
  • Salvador Allende, novela, Grijalbo, Barcelona, 1973
  • Nadie es la patria, crónicas, Ediciones de Lafourcade, Santiago, 1980
  • Animales literarios de Chile, crónicas, Ediciones de Lafourcade, Santiago, 1981
  • El escriba sentado, crónicas, Ediciones de Lafourcade, Santiago, 1981
  • Adiós al Führer, Bruguera Argentina, Buenos Aires, 1982
  • Los refunfuños de M. de Compte Henri de Lafourchette, crónicas, Bruguera, Santiago, 1983
  • Terroristas, Ediciones de Lafourcade, Santiago, 1984
  • El gran taimado, novela, Bruguera, Santiago, 1984
  • Carlitos Gardel mejor que nunca, crónicas, Bruguera, Santiago, 1985
  • El pequeño Lafourcade ilustrado, crónicas, Universitaria, Santiago, 1985
  • Los hijos del arco iris, Bruguera, Santiago, 1985
  • Las señales van hacia el Sur, Planeta, Santiago, 1988
  • Pepita de oro, Zig-Zag, Santiago, 1989
  • Mano bendita, Planeta, Buenos Aires, 1993
  • Neruda en el país de las maravillas, ensayo, Grupo Editorial Norma, 1994
  • Crónicas de combate, recopilación de textos aparecidos en la columna dominical de Lafourcade en El Mercurio; LOM, Santiago, 1996
  • Cuando los políticos eran inteligentes, crónicas, Planeta, Santiago, 1996
  • El veraneo y otros horrores, crónicas, LOM, Santiago, 1996
  • La cocina erótica del Conde de Lafourchette, LOM, Santiago, 1997
  • Variaciones sobre el tema de Nastasia Filíppovna y el príncipe Mishkin, ensayo, Rananim, Santiago, 1999
  • Otro baile en París, Aguilar Chilena de Ediciones, Santiago, 2000
  • La concertación de la Macaca, Santiago: s.n., 2001
  • Puro gato es tu noche azulada, Rananim, Santiago, 2002
  • La princesa pajarito, cuentos, Rananim, Santiago, 2003; contiene 9 relatos:
    • La princesa pajarito; Fidelia y Colombina; La muerte del poeta; Odiseo; No tengo nada que contarle a Aristóteles; Se me hace que escucho cantar a Carlitos; "El Tarzán"; Cupertino y El marinero Cabrera
  • Crónicas de Lafourcade, Rananim, Santiago, 2004
  • El inesperado, novela, recreación de los últimos años de Arthur Rimbaud; LOM, Santiago, 2004
  • Los potos sagrados, Puerto de Palos, Santiago, 2006


Premios


Vida literaria

Comenzó a escribir desde joven: a los trece años, poesía romántica y a los dieciséis, cuentos.
Su primera novela la publicó en 1950: El libro de Kareen, obra que estuvo inspirada en una de sus hermanas, Ximena, muerta tempranamente a los diecisiete años de tuberculosis. A comienzos de esa década Lafourcade estaba interesado en la nouvelle y en 1953 sirve como creador y organizador de las Primeras Jornadas del Cuento en Chile.
En 1954 publicó un libro clave en la literatura de su país, Antología del nuevo cuento chileno (después publicará otras dos, Cuentos de la generación del 50 en 1959 y Antología de cuentistas chilenos al año siguiente), con el que «dio el acta bautismal a la Generación del Cincuenta» y su prólogo «se transformó en el primer manifiesto de esa nueva promoción de escritores», que se ponía como objetivo «superar el criollismo, con una apertura hacia los grandes problemas contemporáneos». En esa introducción Lafourcade brinda una extensa discusión de las características del género breve y continúa investigando la definición de este género, incluyendo la respuesta de cada autor antologado.


La producción literaria de Lafourcade corre paralela a su involucramiento directo en las actividades que giran alrededor de la generación del 50. En una entrevista de Mundo Nuevo, Godoy Gallardo lo cita como su «verdadero paladín teórico [...], al promover foros, conferencias, encuentros, discusiones[...] amén de ser antologador del grupo en las tres colecciones de cuentos que figuran en su bitácora literaria». En su artículo La nueva literatura chilena (1962) analiza las características de esta en el siglo XX y presenta una rica bibliografía.


Se ha mencionado la preferencia del autor por la novela; sin embargo, es de destacar que a comienzos de los años 1950 demuestra una originalidad en su enfoque del cuento. Lafourcade sigue múltiples líneas de desarrollo en el cuento que sirven para ejemplificar las cualidades individuales y herméticas que él mismo cita como esenciales para su generación. Tanto José Donoso como Lafourcade demuestran su excelencia en la habilidad para crear varios niveles de significación en este género.

La fiesta del Rey Acab, escrita dos años después, remite con el tema del dictador, esta vez con clara alusión a Trujillo. Publicada clandestinamente en los años 1960 en República Dominicana, fue reeditada oficialmente en ese país a mediados de marzo de 2013 por la editorial estatal Funglode.1415
En contraste, la Muerte del poeta, donde predominan los temas literarios, se trataría de un homenaje a Vicente Huidobro. Lafourcade, que en su habilidad ensayística ha sido comparado con Claudio Giaconi, ve a Huidobro como un extraordinario escritor para la generación del 50, que quiebra tendencias establecidas con el desarrollo del creacionismo. Sobre el ambiente decadente de la literatura chilena Javier Corales —personaje de La muerte del poeta— dice: «La gente apenas hablaba idiomas, que ni siquiera había dado bachillerato... Los poetas menores, los poetas de la noche, de pecho caliente; la miserable y estéril bohemia, del pan con queso sudamericano, mal informados, con treinta o cuarenta años de atraso».
Para el escritor, la característica más notable de su generación es la deshumanización de la literatura. La orientación neocriollista del autor debe considerarse como una superación del tema rural. En Cupertino, por ejemplo, atrae la atención por el uso de dialecto regional y por párrafos largos que consistentemente terminan con una elipsis inconclusa que dominan las descripciones. En la novela corta Lafourcade muestra su enfoque imaginativo del género y puede crear historias de sátira política, critica literaria, neocriollismo, ciencia ficción, fábula, realismo mágico y realismo psicológico.
Sobre su generación ha dicho: «Queríamos explorar el mundo porque pensábamos que la vida estaba más allá de las rutinas familiares y domésticas. Bohemios de pan con queso y tacitas de té en el Il Bosco, pasábamos el día metidos en la Biblioteca Nacional y charlando en el Parque Forestal. Un grupo de jóvenes que soñó con ser artistas».
( Extractado de Wikipedia )







Aunque en 1959 gana el Premio Municipal de Literatura de Santiago por La fiesta del rey Acab, es Palomita Blanca la que lo hace realmente famoso. Esta obra, que ha sido traducida a varios idiomas, fue llevada al cine con el mismo nombre por Raúl Ruiz, con la banda sonora homónima compuesta por Los Jaivas. Se trata de la novela más comprada por los chilenos: en 2012 alcanzó, en su edición 64, el millón de ejemplares vendidos.


Dicen que Raúl Ruiz no leyó la novela. Se basó para hacer su film en los comentarios que hacían sus lectores, comentarios masivos de la obra literaria.
Los actores que caracterizan los personajes del film, los extrajo de sus contextos sociales,no eran actores, actuaban sus vidas.

Los únicos verdaderos actores son Bélgica Castro que encarna a la madrina y Luis Alarcón, al padrastro de María,la protagonista.
Se nota su vocacion documentalista, de registro y con mucho realismo, ya que posa la cámara en los espacios, en las calles. Lo que hace Ruiz es un retrato  completo del Chile de principios de los años 1970, enfocado en las diferencias de las clases sociales y en el conflicto social que ya germinaba.
Es destacable la banda sonora que crearon Los Jaivas, exclusivamente para esta película y a pedido de Raúl Ruiz.
"Palomita blanca, la comedia de la inocencia chilena",dice Ruiz, dándole mayor énfasis a lo colectivo como registro de la época. Colectivo que caracterizaba a las clases populares, mientras Allende llegaba a la presidencia.
Silvia Donoso: " Obviamente, durante la dictadura fue censurada, ya que Palomita blanca se traduce en una poderosa evidencia del momento historico enardecido que está ocurriendo en el año 1970, cuando Salvador Allende se convierte en el primer presidente socialista democráticamente electo en el mudo entero".



 Finalmente se puede decir que la película de Raúl Ruiz es un documental a partir de un relato de ficción realista.
Fue filmada en 1973, pero debido al golpe de estado estuvo escondida hasta el año 1992 en  que fue hallada en las bodegas de Chile Fims, fecha en la que pudo ser exhibida en cines.

La innovación de Ruiz con respecto a la novela es que persigue un universo diegético presentado en ella. ( Silvia Donoso ).

Genette (1998): "La diégesis es un universo más que un encadenamiento de acciones (historia). La diégesis, por lo tanto, no es la historia, sino el universo en que ocurre".